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Coronavirus
Ayuso comienza a despedir a sanitarios con contratos covid mediante un SMS
Sanitarios y sanitarias que han prestado sus servicios en hospitales de la Comunidad de Madrid para sofocar la pandemia, y que llevan encadenando contratos temporales desde marzo de 2020, están viendo como su vida útil en el Servicio Madrileño de Empleo (SERMAS) llega a su fin. Así, y mediante un SMS, al que ha tenido acceso El Salto, trabajadores del Hospital Universitario de La Paz están siendo notificados que deben de acudir a la Unidad de Atención al Empleado para firmar su cese a 31 de diciembre de 2021.
Una decisión a la que los cinco sindicatos de la mesa sectorial se oponen, dada la situación estructural de la plantilla, ya precaria antes de la pandemia, y las cifras alcanzadas por las listas de espera, que ya supera el medio millón de personas a la cola para ser atendidas por un especialista.
A finales de octubre, la administración regional confirmaba en mesa sectorial la no renovación del 55% de los 11.224 contratos covid que expiran a 31 de diciembre. Pero las noticias que van llegando a hospitales y centros de salud sitúan esta cifra en un 65%, tal y como confirman a El Salto desde CCOO. Así, aproximadamente 7.500 sanitarios y sanitarias desaparecerán de la plantilla del SERMAS, mientras las cifras de covid comienzan a repuntar y la nueva variante ómicron acaba de ser detectada en un hospital de la capital.
“Estimamos que los que se van a quedar, que son el 35%, son los que ya estaban antes con contratos temporales. Se va a despedir a un porcentaje similar que el refuerzo que se ha contratado en la pandemia”
Desde la plataforma #YoSoyContratoCovid, gestionada por Médicos Precarios de Madrid, consideran que la situación ha pasado de la precariedad laboral al abuso. “Nosotros estamos alucinando, muchos de estos contratos covid son reconversión de contratos precarios que ya existían de antes, gente con becas, contratos de guardia… porque llegaban fondos europeos y había que utilizarlos. Estimamos que los que se van a quedar, que son el 35%, son los que ya estaban antes con contratos temporales. Se va a despedir a un porcentaje similar que el refuerzo que se ha contratado en la pandemia”, explica Ángela, médica internista que ha ejercido en el Hospital Clínico San Carlos e integrante de esta plataforma.
Desde esta plataforma llaman a acudir a una concentración frente a la Asamblea de Madrid el próximo 2 de diciembre a las 16:30 horas. Quieren poner voz y rostro a las personas que ven su trabajo pender de un hilo después de haber puesto su cuerpo durante la pandemia.
Algunas de las trabajadoras han conocido su cese de boca de su jefe de área. Es el caso de Alba, neuróloga que entro a trabajar al Hospital de Getafe en julio del 2019 y ha encadenado siete contratos temporales. “Entré con una beca de un 50%, firmé cuatro contratos hasta que en abril del 2020 pasé a ser refuerzo covid. Ya se nos necesitaba antes de la pandemia y ahora esto no ha hecho más que empeorar”, asegura. “Durante la primera parte de la pandemia veía a pacientes covid como todo el mundo, pero en el último año he estado trabajando como parte estructural del servicio, liberando a pacientes de la lista de espera. Si prescinden de mí no sé quién hará mi trabajo”, se queja.
Incertidumbre y precariedad
Algunas trabajadoras saben ya que serán despedidas, otras esperan con incertidumbre el transcurrir de los acontecimientos. Es el caso de Teresa —nombre ficticio— Técnica de Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE) que lleva desde el 8 de marzo de 2020 ejerciendo en el Hospital Príncipe de Asturias.
“Hoy somos necesarias. ¿Cómo piensan atender el servicio de urgencias con más de 7.000 personas menos si la Atención Primaria está bajo mínimos y los Servicios de Urgencia de Atención Primaria (SUAP) permanecen cerrados?
“Falta un mes para que se acabe nuestro contrato y aún no sé qué será de mí”, expresa. Durante este tiempo afirma haber pasado por todos los servicios, atendiendo a pacientes covid en las situaciones más extremas, pero también a pacientes no covid. “Hoy somos necesarias. ¿Cómo piensan atender el servicio de urgencias con más de 7.000 personas menos si la Atención Primaria está bajo mínimos y los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) permanecen cerrados? ¿Cómo piensan que el personal puede dar el trato adecuado a los pacientes?”, insiste.
Esta trabajadora, que pertenece a la Plataforma Independiente de Técnicos Sanitarios C1, denuncia que el criterio de permanencia en el servicio se base en el tiempo ejercido en el mismo hospital. “Pedimos que se consideren nuestra experiencia anterior. Yo llevo cinco años trabajando como TCAE y no puede ser que no se tengan en cuenta”, afirma.
Para los sindicatos una posible solución sería el retorno a los contratos de 35 horas, situación que cambió en 2013 cuando la plantilla del SERMAS volvió a ejercer 37, 5 horas y media semanales y se despidió a 7.000 profesionales. “Si redujéramos horas habría sitio para todo el mundo y daríamos mejor asistencia”, expresa Nacho Gómez, portavoz de CCOO Sanidad Madrid Sectores Públicos.
Gómez es tajante: “es necesario convertir en estructurales los casi 11.300 contratos de refuerzo covid. Queremos que se queden absolutamente todos”. Por el aumento de las listas de espera pero, sobre todo, “por el machaque en estos dos años a los profesionales”. Y es que el sindicalista y las trabajadoras consultadas opinan que es el momento de convertir los aplausos en unas condiciones dignas en el sector sanitario.
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